El Doctor Stephen Gilligan nos aporto en una formación esta perla: “Eres tan bueno como tu estado”
Esta es una de esas frases que “escuchas” y en un instante aparece en ti una claridad inmediata que te parece increíble de lo sencillo que resulta, aparentemente.
Hay momentos, situaciones, que hacen que nuestra atención se concentre en un punto sin dejar espacio para nada más. Nuestro “pepito grillo” (dialogo interno) no hace más que llevarnos a un futuro que todavía no existe, donde solo encuentra una posibilidad y nuestro cuerpo se tensa para no sentir ese futuro no llegado, o nos lleva a un pasado que ya no volverá y del que si podemos aprender mucho.
El estado interno de calma, espacio y silencio, es clave para no viajar al futuro o al pasado y estancarnos. En caso de vivir una situación que nos lleva a lo que no ha llegado, a lo que todavía no es, y lo único que visualizamos de ese futuro es una posibilidad, puede llevarnos a un estado presente de bloqueo neuro-muscular que al mismo tiempo bloquea nuestro sistema inmunológico y esto lo que hace es empeorar una situación en la que lo que necesitamos tener, precisamente, es nuestro sistema inmunológico funcionando plenamente y poder amplificar nuestra «mirada» en el presente y en un futuro de infinitas posibilidades.
En estos casos acceder uno mismo a esa calma, silencio y espacio interno, resulta muy difícil, nos solemos boicotear, y el ¿y si…? es muy potente.
Cuando uno está en este punto, en muchos casos, no puede plantearse, si quiera, cuál sería el estado que le permitiría vivir esto desde otro lugar, está bloqueado, el análisis le ha llevado a la parálisis, y el plantearse llegar a un estado de calma, silencio y espacio interno, es casi impensable.
En mi experiencia personal y profesional, he podido comprobar como en estos momentos es muy bueno y aconsejable recurrir a prácticas que nos apoyen desde fuera hacia dentro. Por ejemplo Meditación guiada, Masaje, Mindfulness, Trance generativo, Cambio Generativo, PCI, Expresión Artística, etc. Por eso todas estas prácticas componen Proceso Creativo, porque consiguen guiarnos para que nosotros mismos produzcamos esa calma, espacio y silencio interior y aprendamos con la practica que somos nosotros mismos quienes llegamos a ese estado deseado.
¿Me acompañas a explorar ese estado interno tuyo que marca la diferencia?