Hola ,
Seguimos adelante y a punto de terminar este año 2020…
Este año que termina, coincide con el último paso en este recorrido que hemos hecho en estas semanas atrás…
¿Recuerdas?
Entornos en los que se desarrollan nuestra vida
Comportamientos, conductas que nos pesan
Habilidades, fortalezas que ya sabemos tenemos y tanto nos cuesta poner en valor a veces y habilidades que queremos incorporar
Creencias que nos limitan para desarrollar las habilidades que queremos incorporar ahora
Valores que nos mueven y son el motor aquí en donde están nuestros pies y ahora dónde está nuestra respiración
Y hoy, en lo más alto de esta pirámide que hemos ido avanzando y en la que hemos seguido los niveles neurológicos de Gregory Bateson y desarrollados por Robert Dilts, llegamos a
La identidad…
Cuando fijamos nuestra identidad, cuando nuestra imagen del Yo es fija, nos cuesta mucho mucho adaptarnos a los cambios
Este año nos ha mostrado taaaantas identidades diferentes en nosotras, nosotros, nos ha «obligado» a adaptarnos tanto, tanto que ha sido intenso
Hemos sentido tantos YOS, y algunos con tanta intensidad…
Nuestro Yo que sufre
Nuestro Yo que se encoge por el miedo
Nuestro Yo enfadado con la situación buscando explicación a lo inexplicable
Nuestro Yo que se paraliza
Nuestro Yo que a pesar del miedo, el enfado, la tristeza se levanta cada mañana y sigue…
Nuestro Yo que celebra lo que antes ni celebraba
Nuestro Yo que anhela abrazar, reunirse, ir a encuentros presenciales,
Nuestro Yo que busca apoyos
Nuestro Yo solidario
Nuestro Yo que se encuentra disfrutando a través de una pantalla
Nuestro Yo que no sabe por dónde seguir
Nuestro Yo que tiene que apoyar a otros y saca fuerza, confianza y compasión
Nuestro Yo que toma una difícil decisión
Nuestro Yo más fuerte y lleno de voluntad
Nuestro Yo que quiere volver al pasado
Nuestro Yo que tiene que decir adiós y siente el vacío más grande y profundo en su ser
Nuestro Yo que saca fuerzas dónde ya no había
Nuestro Yo que se rinde ante lo que hay y decide fluir con la tormenta
Nuestro Yo…
Y todos estos encuentros con nuestros Yos, sean los que hayan sido, han dejado su huella en nosotros, en nosotras
Ha sido un año, en si y sin más, lleno de incertidumbre para todos y todas…
Tal vez te hayas encontrado con alguno de estos YOS, que hacia tanto que no te visitaba, que te ha dejado en un estado de confusión
A mi me ha ocurrido, me he sentido a veces descolocada, dolida, confusa y al mismo tiempo me he dado cuenta de la gran oportunidad que se me ha presentado para ver y sentir mis debilidades más profundas y observarlas de cerca, sin juzgar y darme cuenta de mi
Mantenernos conectados a nuestra vulnerabilidad es a veces tan tan doloroso, que solemos huir y huir hasta que la huida ya no es posible y, si o si, tenemos que vivir lo que se presenta y sacar nuestra parte más fuerte para seguir adelante
Darnos cuenta de que somos mucho mucho más de lo que pensamos de nosotras mismas, de lo que creemos de nosotras mismas, es abrirse a todos estos Yos, para en esta apertura, darnos permiso para descubrirnos en nuestros opuestos y tratarnos con una mirada amorosa y compasiva
Así es que abracemos todos estas partes de nosotras que hemos sentido, vivido, experimentado este año y vayamos adelante con el nuevo año
¡Seguimos adelante!
Blanca