Estoy viviendo y experimentando un programa de emprendimiento con un maestro de este arte de emprender (Robert Dilts) y quiero compartir con vosotras y vosotros mis aprendizajes, descubrimientos y sentir como emprendedora…
Estamos viviendo un momento social, económico, político, cultural y espiritual que reclama una manera de pensar, hacer y sentir que sea renovada y de profunda transformación.
Hay una necesidad generalizada de congruencia y coherencia, en nosotros y nosotras mismas, alineando lo que pensamos, decimos, hacemos y sentimos.
Este nuevo paradigma nos pide una emprendedora, emprendedor, que está en contacto con su pasión, con aquello que, desde que puede recordar, le da energía y le hace estar entregado o entregada a una causa mayor que él o ella misma.
Un emprendedor, emprendedora, que es consciente de que esta pasión es el motor de su esfuerzo para seguir a delante con su proyecto o negocio y que cuando llegan momentos de duda, recordar su pasión es lo que le vuelve a poner en contacto con la determinación, voluntad y compromiso para seguir.
Un emprendedor, emprendedora, que es una visionaria, un visionario, sabe cual es el mundo que quiere “ver”, qué es lo que quiere ver, sentir y escuchar más en el mundo, tiene una visión clara de lo que, para él, ella, el mundo necesita más .
Una emprendedora, emprendedor, que con su pasión y su visión claras, reconoce cómo puede contribuir a esta visión, es decir sabe que es lo que puede aportar a través de su negocio o proyecto a aquello que quiere ver más en el mundo. Sabe cual es su misión.
Un emprendedor, emprendedora, que sabe dónde quiere llegar y cuanto quiere expandir su visión.
Una emprendedora, emprendedor que es capaz de arriesgar para llevar a cabo su misión.
Una emprendedora, emprendedor que sabe que las redes, las colaboraciones, los patrocinadores, sponsor, equipos, guardianes y guías, son piezas únicas para traer su pasión, su visón, su misión, su expansión y riesgo a este mundo.
Un emprendedor, emprendedora que conoce cual es su rol en su proyecto o negocio y que es capaz de unirse a colaboradores para que completen, con sus roles, su misión. Colaboradores que son sus iguales y que aportan un valor único a su proyecto.
Una emprendedora, emprendedor que sabe que para llegar a todo esto necesita conocerse y reconocerse tanto en sus luces como en sus sombras.
Un emprendedor, emprendedora que tiene como valores la generosidad, la gratitud y la humildad para reconocer los dones con los que contribuye y las debilidades en las que precisa de apoyo.
Una emprendedora, emprendedor que “ve” más allá de si mismo y sabe que contribuye a algo más grande.
Este emprendedor, emprendedora es un héroe, una heroína que inicia un viaje de valentía y vulnerabilidad hacia lo desconocido y sin duda hacia algo que ya ha sentido y que es lo que le impulsa.
Esta emprendedora, emprendedor ya vive dentro de todos y cada uno de nosotros, porque al leer esto te puedes dar cuenta de que alguna vez ya has emprendido algo con estas características.
Con pequeñas partes se construye algo grande.
Firmado, una nueva emprendedora…