Hola ,
La semana pasada hacía una invitación a observar esas partes de nosotras, nosotros, que no observamos por la oscuridad a la que las tenemos asociadas y la manera en la que nos relacionamos con ellas
Mi invitación era a observarlas e ir más allá, para comprender qué parte de nuestro ser, está queriendo ser escuchado, restaurado, sanado, bienvenido
Observarlas requiere no negarlas como si jamás las hubiésemos sentido y al mismo tiempo no identificarse con ellas como si esas partes fueran nuestro único «YO»
Quién no ha sentido inseguridad, inflexibilidad, rigidez, desconfianza, resentimiento, falsedad o desconexión
Quién no ha sentido la necesidad de reconocimiento constante, a través del orgullo
Quién no ha sentido la necesidad de conservar algo para una misma nada más, por miedo a perderlo, a través del egoísmo
Quién no ha sentido la necesidad de defenderse ante la sensación de amenaza constante, a través de la ira
Quién no ha sentido la necesidad de atender sus deseos menos explorados, a través de la envidia
Quién no ha sentido la necesidad de disfrutar y sentir placer sin límite
Quien no ha sentido la necesidad de llenar un vacío interno, a través de la gula…
Tal vez el conflicto interno surge cuando la relación con una de estas partes, nos abruma tanto y nos bloquea de tal forma, que la única opción que encontramos, es alejarnos de nosotras mismas, nosotros mismos, para mantenerla escondida
Y ¿cómo lo hacemos? Sosteniendo, controlando su energía en nuestro cuerpo, en la oscuridad, para que no salga
Y que agotador es esto, cuánta energía nos quita esto, cómo consume nuestra vitalidad, nuestras ganas de vivir…
Y aquí enlazo con lo que hoy quiero traer, y se resume en esto que he escuchado y leído tantas y tantas veces y no sé a quién atribuir, sea quien sea el autor, gracias a millones por tanta claridad:
«En el problema está la solución», es decir que tal vez entonces no hay problema, lo que hay es conflicto en nuestra manera de relacionarnos con ello
Es posible que muchas veces queramos solucionar nuestros conflictos sin darnos cuenta de que en el propio conflicto esta la solución
Para encontrar alternativas, posibilidades, por ejemplo, a nuestra inseguridad, observarla, escucharla, sentirla, para conocerla a fondo, es lo que hace que poco a poco comprendamos su naturaleza, cómo se instaló en nosotras, nosotros y para qué
Mantenerla a oscuras hace que siga creciendo en la sombra y no la «veamos» ni escuchemos
Lo mismo ocurre con inflexibilidad, rigidez, desconfianza, resentimiento, falsedad o desconexión o con sus hermanas, soberbia o orgullo, avaricia o egoísmo, ira, envidia, lujuria, gula y demás
Cuando un niño pequeño tiene miedo en la noche, porque cree que debajo de la cama hay un monstruo, lo que solemos hacer para que descanse y pueda por fin encontrar calma, es mirar debajo de la cama, para decir, «estoy alumbrando aquí y no hay nada…»
Y este gesto hace que el niño se duerma en calma. Ese monstruo bajo la cama que alimentaba en su mente, desaparece cuando es descubierto al encender la luz y mirar al monstruo cara a cara
El problema es la solución o en el problema está la solución o el problema no es el problema…
Y vuelvo, para terminar, a algo que te dije al principio:
Observar esas sombras, alumbrarlas requiere no negarlas, como si jamás las hubiésemos sentido y al mismo tiempo requiere no identificarnos con ellas como si esas partes fueran nuestro único «YO»
No eres estas partes…
Eres mucho mucho más
Iluminar con nuestra observación y escucha estas partes es una manera de aprender de su información para utilizar esta en la resolución de nuestros conflictos
Así es que te invito esta semana a dibujar un circulo enorme en un folio y en este circulo escribir para ti, las partes de ti que te gustan y las partes de ti que no te gustan y darte cuenta que todas, todas, todas, tienen detrás un mensaje para ti que es, tal vez, la solución al conflicto que ahora esté más presente en tu vida.
Todas son parte de ti y al mismo tiempo ninguna es parte de ti, eres todo, nada y mucho mucho más que todo esto escrito en el circulo
Si quieres compartir tus descubrimientos o reflexiones, escríbeme, te leo, tus reflexiones alumbran también las mías y multiplican nuestros descubrimientos
¡Seguimos adelante!
Blanca