Hola a todas
La semana pasada la propuesta era escuchar durante tres minutos una pieza de música, y simplemente observar que va ocurriendo en tres minutos en una misma
A veces nos puede parecer que algo tan sencillo y pequeño no tiene importancia, pero cuando una se entrega a lo pequeño con consciencia, surge lo grande
De nuevo los mensajes que me habéis compartido me reafirman en algo que para mi es importante y es que en lo sencillo nos abrimos a lo grande, en lo complejo nos podemos perder sin descubrir nada y confundirnos
A veces queremos tener explicaciones, motivos, razones para lo ocurre y podemos estar dando vueltas y vueltas generando más y más confusión en nosotras o alimentando más y más una emoción que nos arrastra
En esos momentos ayudarnos a ralentizar, a ir más despacio, disminuye la velocidad de nuestros pensamientos y reduce la impulsividad de nuestras emociones
Este es el para qué de una propuesta tan sencilla, darnos cuenta de que algo tan sencillo como sentarnos, tomar un momento para recolocar nuestra postura en una silla, cerrar nuestros ojos o dejarlos descansar en un punto y entregarnos unos momentos a algo, en este caso era escuchar una música, puede tener efectos profundos
Comparto lo que esta dinámica os ha traído a algunas de vosotras, mil gracias de nuevo por compartir vuestras experiencias
«He notado que mis hombros bajaban y me relajaba»
«Me ha gustado mucho escuchar algo tan bonito, noté calma»
«Una gran Paz y una respiración acompasada con la música. Muy especial y corto»
«Me olvidé unos momentos de lo acelerada que estaba»
Parece increíble y precioso todo esto en tres minutos ¿Verdad?
Y es que pensamos a menudo que las cosas tienen que ser complejas para funcionar y tal vez no es por ahí, o al menos yo lo estoy viviendo más desde ahí ahora, hacer en piezas pequeñas lo grande para poder abordarlo de forma más sencilla
Esto que os propuse la semana pasada con tres minutos de música, puede servirnos para darnos cuenta de lo que es pausar de forma consciente por unos momentos
Pausar tres minutos puede ser una buena palanca para ir hacia más y querer seguir a lo largo del día con pequeñas pausas conscientes de tres minutos, con música o sin ella en silencio, con ojos cerrados o abiertos, lo realmente importante es ser conscientes de lo que estamos haciendo y darnos cuenta y observar los efectos, a veces casi imperceptibles
Mi propuesta para esta semana es que abracemos este simplicar, tal vez haciendo pequeñas piezas de aquello que nos parece grande ahora y para hacerlo tomar a lo largo del día varias pequeñas pausas para que aquello que es complejo y grande podamos de forma natural y orgánica ir descomponiendo
A por una semana llevando la curiosidad y atención a lo sencillo para poder descomponer lo complejo
¡Seguimos adelante!
Blanca