Hola ,
Hoy te traigo una reflexión que ha llegado mientras tocaba la guitarra
Estaba tocando, a mi manera, la canción de Antonio Vega «El sitio de mi recreo», que me encanta y de repente me he dado cuenta de la cantidad de elementos que participan para que se genere una melodía en la guitarra y de cómo cuando algún elemento no está sincronizado, la melodía se pierde
Cada cuerda, cada traste, cada nota, cada rasgueo, cada punteo, cada posición de los dedos y de las manos, cada tiempo, cada sincronización con la guitarra, cada ritmo, cada.., participa en lo que a cada momento se manifiesta como una melodía
Para que esto ocurra tengo que estar a lo que estoy, no puedo estar pensando en lo que haré en un minuto o lo que hice hace un minuto, si me voy del momento, del aquí y ahora, dejo de escuchar, me desconecto y los elementos empiezan a caer en su conexión, y el resultado es que la melodía se pierde
Que interesante
En la vida es igual, hay un montón de elementos que influyen en la melodía que creamos a cada momento
Nuestro cuerpo podría ser como la guitarra, el contenedor de todo los elementos, y tiene la cualidad de que amplifica cada elemento para que escuchemos bien lo que hay a cada momento
Por eso a veces, si lo que amplifica no nos gusta, lo que hacemos es dejar de tocar para no escuchar nada y nos vamos a la cabeza
Y es una estrategia que a corto plazo nos sirve para silenciar lo que sentimos y a medio y a largo plazo nos desconecta de nuestra propia melodía, esa que hemos venido a traer a este precioso mundo y que nadie más puede traer
Y cuando nos desconectamos de nuestra melodía perdemos nuestra conexión con la vida, con nosotras, perdemos nuestra conexión fluida y gustosa con los demás, nuestra conexión con cada una de las maravillas que hay a nuestro alrededor y que al estar desconectadas no podemos percibir
Así es que cuando alguno de los elementos de la melodía empiece a sonar desafinado en vez de dejar de tocar, démosle espacio para poder escuchar algo más alto que ocurre y abrir la posibilidad de que se produzca la transformación y que la nota que estaba buscando ser encontrada sea encontrada y empecemos a crear nuestra melodía única
Todas y cada una de nuestras melodías se unen y crean una armonía preciosa en la que todas, todos y todo nos encontramos
A por una semana con conexión al cuerpo , para escuchar y poder ir transformando lo que nos va contando, unirnos y conectar con nuestra propia melodía
¡Seguimos adelante!
Blanca