Hola a todas
La semana pasada dimos espacio a la reflexión sobre los miedos y cómo reconocerlos dándonos cuenta de que nos hacen perder nuestra potencia interna y nuestra conexión con nosotras, con nuestros apoyos, con Tierra
Espero que la propuesta de reconocer alguno de estos miedos, observándolo sin juicio, os haya hecho daros cuenta de que sentir miedo a un miedo es realmente lo que nos paraliza
Hoy vamos a parar en el ¿Para qué este miedo, qué hay detrás?
Os confieso que para mi la comprensión del miedo se ha ido transformando a lo largo de los años y los últimos años, el profundizar y ponerme en contacto con alguno de ellos cara a cara, ha sido un proceso de creación de posibilidades
Cuando el miedo se acciona en nosotras, es como si una alarma de peligro se activara en todo nuestro sistema
Para dar espacio a los miedos algo que me ha aportado mucho a nivel personal es profundizar, los últimos tres años especialmente, en el papel de nuestro sistema nervioso en todo el proceso y el papel del cuerpo como un «aliado incomparable» de lo que está ocurriendo a cada momento
Imagina, ahora, que algo que acciona tu miedo está delante de ti, para un momento en esto
¿Qué es lo primero que ha hecho tu cuerpo?
¿Te has dado cuenta del movimiento inmediato de tu cuerpo?
Probablemente al traer ese miedo delante de ti, tu cuerpo se haya echado hacia atrás, el cuerpo tiende a huir, lógico el miedo es para los humanos el «avisador» de un peligro y nuestro sistema traduce «peligro» cómo algo que atenta contra nuestra supervivencia
A veces un impacto emocional grande se ha podido quedar registrado en nosotras, en nuestro sistema nervioso, como algo que atenta a nuestra supervivencia y nuestro sistema acciona todo el mecanismo de protección para cuidar de nosotras
Es probable que aquel impacto emocional quedará asociado a ciertas, imágenes, sonidos, posturas, olores, sensaciones internas y tan solo con ponernos en contacto con una de estas asociaciones se dispara el recuerdo (corporal, mental, emocional, relacional) y nuestro sistema puede que vuelva a quedarse anclado en la misma respuesta, sin otra posibilidad
Por eso es tan valioso darnos cuenta de qué es lo que rodea a nuestro miedo, a qué está asociado en cada una de nosotras, para poder llegar a lo más profundo, poco a poco, desde la confianza en nosotras mismas, en nuestra potencia interna
A veces nuestra propia sabiduría nos lleva a mirar de frente ese miedo profundo para abrirnos a posibilidades, como si hubiera llegado el momento de abrir la caja de Pandora para liberar nuestro vida de esa atadura
Otras veces el bloqueo es tan grande y hay tanto detrás, que una parte profunda prefiere repetir la congelación o huida, a observar. Es el miedo al miedo
Es cuando el miedo parece acorralarnos, quitarnos nuestra propia potencia y dejarnos en una esquinita. Pero en realidad es nuestro propio sistema nervioso accionando una respuesta aprendida, asociada y que nos impide pensar, sentir, decir, hacer, algo distinto
Una profesora de sintaxis somática (Judith Delozier) hace ya años nos dijo en una ocasión «Todos los días haced algo que os de miedo» y aunque aquello me llegó entonces, es desde que he profundizado en nuestra experiencia somática y su poder profundo en nosotras, cuando puedo comprender el alcance de esto
La vida es la apertura a posibilidades diferentes de pensar, decir, hacer, sentir, actuar y el miedo es el bloqueador número uno de esta apertura
Vuelve a imaginar ese miedo delante de ti, ese que te pedía antes que pusieras delante de ti, siente el movimiento hacia atrás de tu cuerpo de nuevo
Ahora apoya bien en tus pies si estas de pie y si estas sentada, siente el apoyo de tu cuerpo en la silla. Conecta con tus apoyos, a Tierra, y desde ahí date el permiso y da así permiso a tu sistema, para poner los brazos y las manos delante de ti como creando una frontera un límite con ese miedo
Con tus manos imagina que lo alejas, hasta donde quieras, poniendo una barrera entre tú y él
¿Cómo es ahora mirar ese miedo con esa barrera entre tú y él?
¿Cómo es ahora tu respiración mientras observas que tú te mantienes conectada a tu potencia interna?
¿Cómo es la sensación de establecer tú el límite?
¿Puedes sentir tu potencia en tu base de apoyos y al mismo tiempo sentir la potencia de tus brazos poniendo ese límite?
El para qué de nuestros miedos no es otro que protegernos, preservar nuestra supervivencia, lo que pasa es que a veces nuestro sistema sintió y aprendió que algo nos hacia sentir nuestra supervivencia en peligro, y cada vez que una señal asociada se acciona, una cadena de sucesos internos se accionan y perdemos la potencia interna de mantenernos un momento cara a cara con ese miedo para abrirnos a otras respuestas
Mi propuesta para esta semana para nosotras es repetir esto que te os traído ahora, vamos a hacerlo varias veces a lo largo de la semana, y vamos a observar, escuchar, sentir, conectar:
-Ponte de pie y siente tus apoyos en tus pies, tu conexión a ti y a Tierra a través de tus pies
-Imagina aquello que te hace sentir temor, que te da miedo delante de ti y ahora pon tus brazos estirados delante de ti, con tus manos poniendo como un límite, una barrera, entre ese miedo y tú
-Aléjalo lo que necesites, siente la fuerza la potencia de tus brazos poniendo el límite, siente tu potencia en tus piernas sosteniéndote
-Observa, escucha, siente, conecta, qué es lo que ocurre en tu respiración cuando sientes tu fuerza y el límite puesto por ti
-Observa, escucha, siente, conecta, qué te hace sentir esto
-Tan solo deja que este poder de estar delante de ello se vaya transformando
-Y escribe para organizar lo que vaya llegando a tu observación, a tu escucha, a tu sensación, a tu conexión
A por una semana llena de potencia en nuestros brazos, en nuestras piernas, en nosotras para poder permanecer poniendo límite a nuestros propios miedos
¡Espero vuestras observaciones, experiencias, si os apetece compartir, escribidme y contadme!
¡Seguimos adelante!
Blanca