En vista de que un año termina y otro nace, traigo aquí una reflexión sobre la vida y la muerte. Sí, sí, lo sé, tal vez estás pensando «que mal rollo» y es precisamente por eso por lo que escribo, para fomentar la alegría de vivir recordando que si hay algo seguro es que moriremos y que vivir con alegría y naturalidad este hecho, es lo que creo que nos da LIBERTAD.
En esta sociedad, en la que a diario, vendemos la seguridad por encima de cualquier valor, me pregunto si no es el miedo lo que vendemos y es el miedo lo que compramos al buscar la seguridad fuera de nosotros.
Nos olvidamos de que vivir es lo contrario de tener seguridad, ya que sólo hay algo seguro en nuestras vidas y es que algún día terminaran, al menos en la manera que ahora conocemos. Parece que es mejor no hablar de ello, como sí eso nos fuera a dar más vida.
Que falsedad y que temor inculcamos cuando vendemos la seguridad unida a cosas que no son más que una cortina de humo y que provocan que vivamos aferrados a algo que pronto pasaremos a tener miedo perder.
La muerte es algo que nos da miedo y que nos han enseñado a no nombrar para «olvidar» que está ahí, cuando en realidad, hablar de lo que seguro llegará, es lo que hace que nuestras vidas tengan sentido y que lo que hemos olvidado valorar cobre valor, haciendo que la vida misma sea un motivo para decir GRACIAS cada día.
Vivir es el regalo más preciado que tenemos y este regalo, pierde su sentido, sí vivimos con miedo. Vivir con miedo y evitando reflexionar sobre esto, es lo que ha hecho una sociedad, en algunos aspectos, enferma, en la que nos cuesta ver, escuchar y sentir la belleza y el valor de VIVIR.
No proporcionamos recursos para aprender a vivir con incertidumbre, buscamos la solución dejando de sentir y dejando nuestra vida en manos ajenas a nosotros, suponiendo que eso nos dará esa ansiada seguridad.
Este artículo es un canto a la VIDA, es un canto a la ALEGRÍA, un canto a mantener vivo en nosotros lo que hace que esta vida tenga sentido y esto es que, en algún momento, terminará. Tal vez para dar paso a otra etapa diferente o tal vez otro estado, no importa, porque pienso que la incertidumbre es la que tiene que hacernos vivir y que aprender a estar con ella nos enseña que la seguridad no está fuera de nosotros, está DENTRO.
No podemos comprar la seguridad, eso es un auto engaño que nos resta libertad para sentir que lo realmente importante, no es el tiempo que vivamos, es la libertad e intensidad con la que saboreamos la vida.
Mi mayor deseo es COMPRENDER que sólo depende de mi vivir con intensidad, en libertad y con plena consciencia, y que a pesar de la inseguridad, el dolor y el sufrimiento que a veces la vida nos trae, para mí su sentido es vivir libre, sin miedo a la incertidumbre y plenamente.
Y tú, ¿qué deseas para este año que nace?